Le costó vender "su canal", pero sabía que no se arrepentiría. Vio venir, visionario como siempre, una televisión impersonal, extranjera, empresaria, algo que el, tan paternalista, no hubiera soportado.
Por el momento, por que se merece un reconocimento mayor, en general y en particular, un pequeño homenaje, recordando algunos de los logos de Canal 9 en sus 50 años, acompañado por un particular jingle, institucional navideño, de esos que le gustaba hacer.
Buen viaje, Zar. Ojalá, en donde esté, pueda hacer esa televisión que tanto le gustaba.